Gastronomía

Desde cafeterías hasta restaurantes de alta gama, bistrós y tiendas pop-up, la industria de servicios de alimentos es casi igual en tamaño a la venta al por menor de alimentos. Durante la última década, los consumidores menores de 40 años han aumentado su ingesta de vegetales frescos en un 52%, según el Global Variability in Fruit and Vegetable Consumption, un estudio que recopila datos de las Encuestas de Salud Mundial de la OMS. Solo en 2021, más de 500.000 personas se unieron a Veganuary, y ahora la pizza de coliflor, las hamburguesas vegetarianas o las albóndigas sin carne se consideran un alimento básico. Además, la hostelería, una industria global de varios billones de dólares, ha experimentado un aumento del 123% en los puestos laborales específicos para veganos solo en los últimos 12 meses, según The Vegan Society, mostrando que un número creciente de empresas tradicionales buscan conjuntos de habilidades especializadas además de cambiar sus opciones de menú.

Pero las personas no solo comen comida vegana, también viajan como veganas. Más de 500 establecimientos de alojamiento en todo el mundo cumplen con los requisitos para ser un “hotel vegetariano”. Un hotel ético es mucho más que un todo incluido basado en vegetales: los hoteles, casas de huéspedes o cruceros están diseñando experiencias veganas desde la alfombra hasta el techo, con muebles sin cuero, limpiados únicamente con productos que no han sido testados en animales.